Los agentes que miden más de 1,80 metros de altura se quejan de que no pueden moverse en los vehículos dotados con mampara para detenidos
Los sindicatos ErNE y Sipe han solicitado la retirada de los 140 nuevos coches patrulla de la Ertzaintza, que llegaron a las comisarías el pasado lunes, porque los agentes que superan 1,80 metros de estatura no entran en ellos. Las centrales consideran que la falta de espacio en el habitáculo del conductor y del copiloto de los ‘Seat León’ en los que se ha instalado la mampara para los detenidos «puede suponer un grave riesgo para la seguridad de los ertzainas y también de los ciudadanos», por lo que responsabilizan a la consejería de Seguridad de cualquier incidencia que se pueda registrar.
El sindicato mayoritario en la Policía autonómica, ErNE, ha aconsejado a los patrulleros que soliciten mediante un escrito a sus jefes de unidad que no se les asignen los ‘Seat León’ con mampara durante el servicio. Lamentan que los vehículos se probaran en su día sin tener en cuenta que los agentes de uniforme llevan un cinturón, una pistola, una defensa y otras herramientas. Ayer, varios ertzainas de la comisaría de Vitoria amenazaron con no montarse en los nuevos vehículos. En otras como la de Bilbao, se retiraron las los antiguos ‘Altea’ con mampara para ser sustituidos por los ‘Seat León’, por lo que los funcionarios no disponen de vehículos alternativos. ErNE, que recuerda que el pliego de condiciones exigía que «la mampara debía permitir el movimiento completo del banco» (asiento), tiene intención de solicitar al servicio de prevención un informe sobre riesgos laborales y se plantea denunciar la situación ante la Inspección de Trabajo e incluso en el juzgado «por poner en peligro a los trabajadores».
Amenaza de plante
El malestar en la plantilla se hizo evidente en las redes sociales, donde se llegaron a calificar estos coches de «ataúdes». «Excelente frenada, maravillosa iluminación... pero mi pierna derecha casi rompe las llaves. Era prácticamente imposible moverla y me dio un amago de tirón muscular», contaba un policía, que acababa de estrenar uno de los nuevos vehículos.
Según denuncian, la postura encajonada de las extremidades inferiores, especialmente del conductor, no permite cambiar la postura, que deben mantener durante las horas que permanecen de patrulla en el coche. Según el sindicato, esto puede llegar a causar en los afectados «fascitis, bursitis trocantérea y otras lesiones derivadas de la falta de movilidad».
Este mismo problema fue denunciado ante la Inspección de Trabajo en mayo por el Sindicato Vasco de Policía y Emergencias (SVPE) respecto a los nuevos ‘Mercedes’ de la Policía Municipal de Bilbao. Este organismo instó al Ayuntamiento para
que adoptara de forma urgente las «medidas técnicas y organizativas necesarias» para que los vehículos «no supongan un riesgo para su seguridad y su salud». El Consistorio dispone ahora de un tiempo para atender la recomendación al haber recurrido el informe.
En una comparecencia solicitada por la oposición, el concejal de Seguridad, Tomás del Hierro, asumió que los agentes más altos de la plantilla, a partir de 1,85 metros, no podrían patrullar en los ‘Mercedes’ y deberían recurrir a los modelos antiguos que aún se mantienen en el parque móvil de la guardia urbana.
En el caso de los coches de la Ertzaintza, ErNE y Sipe también observan un riesgo en una rejilla con malla que se ha instalado en el techo de los vehículos y que está fijada «con tornillos que sobresalen» a pocos centímetros del ertzaina. «Ante cualquier movimiento brusco del vehículo, el agente podría romperse la cabeza», advierten.
El Departamento de Seguridad recuerda que «estamos inmersos en un proceso de renovación del parque móvil. Ya han llegado 300 coches, 50 todoterrenos y quedan por llegar otros 50 todoterrenos y 75 furgonetas de tráfico».