Los sindicatos mayoritarios de la Ertzaintza, ErNE y ESAN, que representan al 70% de la plantilla, han dicho basta.
Los secretarios generales de ErNE, Roberto Seijo, y ESAN, Eneko Urkijo, sentenciaron el “fracaso absoluto del modelo policial” impuesto en 2015 por el director de la Ertzaintza, Gervasio Gabirondo.
Entre las consecuencias, advirtieron, destaca un aumento de los delitos, entre ellos los robos, las estafas y las agresiones sexuales, por lo que anunciaron que retomarán las movilizaciones contra la consejería.
En lugar de la policía de cercanía por la que aboga el Departamento liderado por Estefanía Beltrán de Heredia, aseguraron que los “mínimos históricos” de las patrullas de Seguridad Ciudadana están convirtiendo al cuerpo de una policía alejada del pueblo. Los dos líderes sindicales destacaron como uno de los mayores handicaps la carencia de agentes, que cifraron en unos 700 menos, al establecer la plantilla actual en 7.300 frente al máximo establecido de 8.000 ertzainas.
Denunciaron a su vez el fracaso en la relación con los propios trabajadores y sus representantes, lo que obliga a las centrales a judicializar todas las decisiones y actuaciones del Departamento de Seguridad como única forma de defensa de nuestros derechos.