La actual oposición para convertirse en ertzaina se enfrenta a un problema inédito: el descenso de personas interesadas en ingresar en el Cuerpo y la falta de preparación suficiente de los aspirantes, que han colocado al Departamento vasco de Seguridad ante una situación desconocida como es la ausencia de candidatos suficientes para cubrir las 700 plazas que oferta. A día de hoy, y después de pasar la mayoría de las pruebas de aptitud, sólo hay 665 aspirantes válidos.
La Ertzaintza se enfrenta a un grave problema de relevo generacional. No sólo por la cascada de jubilaciones que registra sino por una circustancia que nadie preveía: la falta de jóvenes que quieran ser agentes o que cumplan los requisitos físicos, psicotécnicos y de personalidad que exige la academia de Arkaute. El problema para el Departamento radica en que el tiempo apremia. En la actualidad, la plantilla ronda los 7.200 policías, 800 menos de los previstos, y en los tres primeros meses de 2019 ya se han retirado otros 144.
Por primera vez en toda la historia de la Policía vasca, una promoción, la número 28, no cubre todas las plazas disponibles. Hasta ahora, el número de candidatos aptos asciende a 665, es decir, 35 menos de los que prevén las bases.
De todos los inscritos, 1.409 aspirantes consiguieron superar los primeros exámenes, que se centraron en las pruebas psicotécnicas, de conocimientos y de personalidad. En marzo, cuando se decidió ampliar la convocatoria, la cifra de personas que había completado todas las fases del proceso selectivo ya se había quedado en 876, de las cuales 635 eran hombres y 241 mujeres (27,5%). Una de las principales cribas se ha producido en las entrevistas personales.
El secretario general del sindicato Erne, Roberto Seijo, prevé pedir los "criterios" que se han usado en las evaluaciones. Según dice, resulta "chocante que con las tasas de paro que existen no se presenten más jóvenes". Seijo considera que es necesario mejorar las condiciones laborales en la Ertzaintza porque hay muchos que prefieren las policías locales o hacerse bomberos.