El hombre ha sido encontrado en buen estado por los servicios de emergencia y ha descendido por sí mismo

Los servicios de emergencia han rescatado a un montañero de 30 años que se había desorientado en la cara norte del Anboto. Al parecer, sobre las 15 horas de este sábado, SOS Deiak ha recibido una llamada de un mendizale con problemas en la citada cumbre. Al lugar se han desplazado la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza (UVR), así como los Bomberos y voluntarios de la Cruz Roja.

El varón había sido localizado, pero según ha podido saber este periódico, los servicios de emergencia se han quedado a 50 metros del montañero. Estaban en una cresta, pero era imposible el acceso y no lo veían. En ese momento y tras haber realizado la ascensión, han decidido dar la vuelta y descender. Un recorrido muy peligroso en unas condiciones de riesgo de alud, según fuentes cercanas a los rescatadores.

A pesar de la fuerte ventisca, el equipo se lanzó a un segundo intento de rescate por otra vertiente, pasadas las 20.00 horas y ya en noche cerrada, sin conseguir dar con el hombre, del que se desconocía si estaba equipado con ropa idónea para aguantar el frío, el viento y la nieve. Finalmente, sobre las 21.45 horas, este segundo grupo se ha encontrado con el montañero, que había comenzado a descender por una vía realizada con anterioridad por los miembros que trataron de localizarle al principio.

El varón, que ha bajado por su propio pie, se encuentra en buen estado y ha sido atendido por los servicios sanitarios por precaución.

El rescate no solo se había complicado por las inclemencias del tiempo, sino por el cansancio acumulado de los servicios de emergencia. Y es que los miembros de la Unidad de Vigilancia y Rescate (UVR) de la Ertzaintza «estaban agotados tras más de 14 horas trabajando», ha denunciado el secretario general de ErNE, Roberto Seijó, quien ha vuelto a solicitar al Departamento de Seguridad que vuelvan a imponer el servicio las 24 horas en esta unidad, suprimido desde junio del año pasado.

Conocedores de esta situación, cinco compañeros de la unidad UVR se han presentado voluntarios para cubrir a sus compañeros, exhaustos tras una jornada en la que llevaban ya 14 horas. Si no se llegan a presentar sus compañeros, habrían tenido que continuar. «Suprimir el servicio de 24 horas pone en riesgo a los propios rescatadores porque no tienen relevo», sostiene Seijo, quien afirma que «tiene que haber personas que puedan reemplazar a otras en los turnos».

El sindicato ErNE denuncia además «la falta de material de los ertzainas» de esta unidad. Según explican, les faltan parches caloríficos y material, «no solo para los montañeros accidentados, sino para los propios rescatadores».