La Ertzaintza ha dado marcha atrás en su decisión de abandonar esta misma semana el Centro de Coordinación Policial Conjunto que comparte con la Policía Municipal de Bilbao en la comisaría de Miribilla. A partir de hoy, habrá de nuevo operadores de radio de la Policía autonómica en la sala.
La drástica medida de dejar de enviar a ertzainas al conocido como CMC, que hacía publica ayer este periódico, desató una oleada de reacciones en contra en el propio cuerpo y en distintos ámbitos políticos y sindicales. Finalmente, el 'nagusi' de Bilbao ordenó que, a partir de hoy, 5 de febrero, haya de forma obligatoria al menos un 'irrati' de la Ertzaintza en el centro coordinador de Miribilla.
Para el secretario general del sindicato Erne, Roberto Seijo, el caos organizativo en investigación y en el modelo de comunicaciones que arrastra la Ertzaintza se debe a una gestión de recursos errónea y a una mala planificación por parte de los responsables del Departamento de Seguridad. La raíz del problema, a su juicio, se encuentra en la centralización de las comunicaciones en Erandio, que ha vaciado de personal a los CMC de las comisarías.
Además, este puesto, el de operador zonal, no se considera una especialidad dentro de la Relación de Puestos de Trabajo y no se remunera acorde a la responsabilidad y el estrés que supone, advierte Seijo. La consecuencia directa es que la gente ha huido.