El sindicato ErNE ha celebrado este lunes en la comisaría de Beasain (Gipuzkoa), como todos los años, un pequeño acto en recuerdo de los ertzainas Ana Arostegui y Javier Mijangos, asesinados cobardemente por ETA cuando regulaban el tráfico en un cruce de esta localidad guipuzcoana en 2001.
El acto, bajo el lema Nunca muere lo que no se olvida. Beti gure bihotzean (siempre en nuestro corazón), ha consistido en una ofrenda floral en el monolito colocado en memoria de los ertzainas asesinados. Dos agentes han sido los encargados de portar las flores, mientras el resto de compañeros congregados han guardado unos minutos de silencio en recuerdo a Arostegui y Mijangos.
ErNE considera que una sociedad en democracia no puede consentir que, casi 20 años después de un asesinato, los esfuerzos para encontrar a sus autores hayan disminuido en su ímpetu y no se realice el esfuerzo necesario para la reparación moral de las víctimas. Insiste en la imperiosa necesidad de encontrar a los culpables de estos asesinatos, y ha instado a las autoridades judiciales y a las policiales a no cesar en el empeño del esclarecimiento de estos asesinatos.