El pasado martes comenzaron a salir a las calles de Euskadi los 324 nuevos agentes de la Ertzaintza. Lo hicieron sin un elemento imprescindible, sus chalecos reglamentarios, efectivos contra balas y cuchilladas. Así lo denunció ayer el sindicato mayoritario, ErNE.
Los supervivientes de la vigésimo séptima promoción entraron en la academia hace nueve meses, por lo que «se sabía con muchísima antelación cuándo iban a entrar en servicio», recuerdan desde esta central, que acusó al departamento dirigido por Estefanía Beltrán de Heredia de «falta de previsión» y exigió la «inmediata dotación de chalecos» para los nuevos ertzainas.
Se da la circunstancia de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, destacó durante el acto de entrega de credenciales celebrado el pasado 5 de julio en Arkaute la importancia de una Ertzaintza «fuerte» a la hora de afrontar los «retos» de la seguridad pública de Euskadi desde un modelo «propio». Una Policía autonómica, añadió el jefe del Ejecutivo vasco, «bien preparada» y con recursos «suficientes».