La Ertzaintza será el único cuerpo que tome el relevo a la Guardia Civil en la Vuelta, en su recorrido por las carreteras alavesas y vizcaínas durante las etapas 13º y 14º, los próximos jueves y viernes. Las 51 motos de la Unidad de Tráfico de la Policía vasca, más tres coches en carrera, recogerán el testigo de las 60 del instituto armado, sobre las 13.30 horas del jueves a un kilómetro de Campezo, en el límite entre Navarra y Álava, «de forma escalonada», según explica Fernando Lorenzo, jefe de Seguridad Vial de la Unidad de Tráfico de Bizkaia. «Relevaremos a los agentes de la Guardia Civil que van por delante señalizando cruces y a los de apertura, y al resto según vayan entrando en la zona de Álava».
Cuando la serpiente multicolor ha discurrido por territorio catalán o por Andorra, el operativo se ha realizado «de forma conjunta» con los Mossos y la Policía de Andorra, según el teniente Medina de la Guardia Civil. En Euskadi, sin embargo, la responsabilidad íntegra recae en la Ertzaintza. Se trata de la cuarta vez en que la Vuelta pisa tierra vasca desde el parón motivado por la amenaza terrorista. En 2011, cuando Bilbao volvió a acoger un final de etapa después de años, Ertzaintza y Guardia Civil se solaparon. En 2016 y el año pasado, la Policía vasca asumió el acompañamiento a la prueba.
Renovación de motos
En ediciones anteriores, los sindicatos Erne y Sipe han criticado el mal estado de las ‘Bmw’ de la Ertzaintza, que acumulan más de 100.000 kilómetros. «Es el último año útil de estas motos, han llegado al fin de su vida en la Ertzaintza. Se va a sacar un concurso para renovar el parque móvil de motocicletas el año que viene», anuncia el jefe de Seguridad Vial en respuesta a esta denuncia sindical. Advierte, sin embargo, que «este año contamos con las motos suficientes para que todo funcione con solvencia».