El sindicato mayoritario en la Ertzaintza ErNE ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo para exponer la pésima situación del parque móvil de la Policía vasca, singularmente las furgonetas antidisturbios. Asegura la central que estos vehículos son antiguos y presentan un deterioro y falta de mantenimiento tan elevado que pone en riesgo tanto la integridad física de los agentes como su salud.
ErNE ha elaborado un informe fotográfico de todas ellas para que sea analizado por la Inspección de Trabajo. Indica que son los vehículos empleados en grandes aglomeraciones y para sofocar incidentes de orden público. Suelen transportar normalmente ocho ertzainas y todo el material de dotación, escudos, armas y municiones.
En las imágenes entregadas por ErNE aparecen los asientos rotos en casi todas ellas, problemas en los anclajes de algunos elementos del interior del vehículo y algunos asideros y manillas sujetos con cinta americana. Los sistemas de apertura de las puertas traseras tampoco funcionan de manera correcta en varias furgonetas.
En algunas bases son unidades que cuentan con una antigüedad media de 22 años y tienen tal cantidad de kilómetros y desperfectos que hacen tercermundista el transporte.
ErNE llama la atención, en cambio, de que algunas de las nuevas furgonetas compradas recientemente, como las Mercedes-Benz Vito de las nuevas patrullas de Intervención, presentan
también graves deficiencias.
La polémica en torno al parque móvil de la Ertzaintza no es ni mucho menos nueva y lleva siendo objeto de debate desde hace años.