El sindicato mayoritario de la Ertzaintza, ErNE, ha denunciado la disminución de la plantilla en Gipuzkoa, especialmente en la comisaría de Irun, debido a un «plan de reestructuración del departamento de Seguridad» que se consumará el próximo 5 de febrero. Desde la central afirman que esto comprometerá tanto el servicio que se otorga a los ciudadanos como la protección de los agentes, en una localidad en la que el volumen de trabajo ha aumentado en los últimos años, tanto por el número de delitos como por la gestión de los migrantes en tránsito. Por su parte, fuentes del Departamento de Seguridad aseguran que los cambios que se van a producir responden a un concurso de traslados que se realiza por obligación según dicta la ley de Función Pública. El último se produjo en el año 2015, con el cambio de destino de más de 700 agentes.

Asimismo, reconocen que Euskadi sufre desde hace años un «déficit» de personal que afecta a todas las comisarías. El objetivo es que la OPE realizada el año pasado y la que se ha convocado para este 2020, que sumarán cerca de 1.400 agentes, sirva para corregir esa carencia, que ahora es de un 9,5%, y para hacer frente a las numerosas jubilaciones que se prevén en los próximos años.

La Ertzain-etxea de Irun será, aseguran desde ErNE, la que más sufra los efectos de estos movimientos de plantilla, ya que perderá 14 agentes, a los que se suman otros cuatro ertzainas que este año se jubilan. «Eso hace que el número de agentes para patrullar las calles de Irun y Hondarribia se vea reducido casi un 20%», afirma el secretario territorial de ErNE en Gipuzkoa, Aitor Otxoa.

La central ya ha venido advirtiendo del aumento de trabajo en esta comisaría, por la proliferación de robos en comercios, el aumento de migrantes en la ciudad y el tránsito de menores no acompañados. Asimismo, han denunciado que la investigación de delitos tras denuncia «quedó prácticamente desarticulada en anteriores reestructuraciones, e incluso la gestión y el seguimiento de casos de violencia doméstica están seriamente comprometidos».

Otxoa advierte de que esta situación de «sobrecarga» de trabajo y escasez» de agentes hace que «la protección de la ciudadanía esté en entredicho, así como la seguridad de los ertzainas». Además señala que esta disminución de personal, si bien afecta de manera más acusada a Irun, se va a producir en la mayoría de comisarías de Gipuzkoa.

Desde la central reclaman «de manera urgente» al Departamento de Seguridad «que reconsidere su decisión y destine de forma inmediata más agentes a las comisarías». También interpelan a los ayuntamientos de Irun y Hondarribia para que soliciten a su vez más efectivos.