Así, ha subrayado que este hecho, “absolutamente vergonzoso”, constituye “un ataque directo a la dignidad, la libertad y los derechos fundamentales de las personas y de un servidor público en particular, que arriesga su integridad cada día por garantizar la seguridad de todos, incluso de quienes ahora le vetan el acceso a un espacio público”. Según ha remarcado, lo ocurrido en Beasain “no es un hecho aislado”, sino que supone “una muestra más del odio y criminalización hacia los cuerpos policiales, amparada por el silencio cómplice de quienes deberían condenarlo sin matices”.
De este modo, Erne ha reclamado al Ayuntamiento de Beasain, liderado por el PNV, que condene “de forma inequívoca” estos hechos y “cualquier otro acto de discriminación o exclusión basada en la pertenencia a un cuerpo policial”, y ha exigido al consistorio que “vete el uso de los espacios públicos a todas aquellas organizaciones que amparan conductas inequívocamente antidemocráticas y totalitarias”.
“No vamos a permitir que nadie señale, humille o expulse a nuestros compañeros por el hecho de llevar un uniforme”, ha subrayado, al tiempo que ha advertido de que se reservan “el derecho a estudio y presentación de la correspondiente denuncia por delito de odio”. “Desde ErNE seguiremos denunciando públicamente cualquier forma de acoso, discriminación o hostigamiento hacia nuestros afiliados y hacia el conjunto de la Euskal Polizia”, ha concluido.