Las pintadas amenazantes contra la Ertzaintza y el Consejero de Seguridad del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, que el sábado aparecieron en el frontón Ezkiega de Hernani siguen despertando reacciones. Ayer, ya con las inscripciones borradas de las paredes del céntrico recinto, fue ErNE, el sindicato mayoritario dentro del cuerpo policial vasco, el que exigió al Departamento de Seguridad "una investigación inmediata y contundente" de los hechos a fin de que los responsables sean "identificados, procesados y sancionados". Además, reclamó a todos los partidos, "sin excepción", que se pronuncien con claridad, y en especial se dirigió a la izquierda abertzale para advertirle de que "no desvíe la atención con acusaciones partidistas" a la Ertzaintza.
En un comunicado, el Sindicato Independiente de la Policía Vasca condenó "enérgicamente" las pintadas realizadas, en las que se llamaba "zipaios" y "txakurras" a los agentes de la Ertzaintza, con una diana, y se arremetía también contra el consejero Bingen Zupiria, al que se referían como su "dueño". En ellas, se habla de "tiro en la boca", "mejor muertos" o "exterminio".
Además de mostrar su "rechazo total y absoluto a estos ataques", ErNE destaca en su comunicado que "estas amenazas y las agresiones sufridas por miembros de la Euskal Polizia estas últimas semanas, representan una campaña de acoso inaceptable". Entiende, en este sentido, que "no hay justificación ni excusa para la coacción, intimidación o agresión verbal en una sociedad democrática". Por ello, exige "una investigación inmediata y contundente por parte del Departamento de Seguridad" y subraya que "los responsables de estas pintadas deben ser identificados, procesados y sancionados. Los valores de convivencia pacífica, respeto mutuo y tolerancia son irrenunciables".
ErNE pide que "todos los partidos, sin excepción, se pronuncien con claridad, y demuestren a la sociedad vasca que hemos aprendido". Así, se refirió expresamente a la izquierda abertzale "que dice que siempre ha enarbolado el pacifismo, para exigirle que "no desvíe la atención con acusaciones partidistas. Esa historia es muy vieja y ya nos la conocemos". La central sindical asegura que "la convivencia democrática exige coherencia" y las amenazas "deben ser rechazadas con la misma contundencia sin distinción de adscripciones políticas".