El sindicato ErNE ha denunciado este martes el "desastre organizativo" en la Ertzaintza que, a su juicio, ha quedado demostrado durante los altercados que se han producido en los últimos días en San Sebastián, los últimos ayer, cuando manifestantes lanzaron objetos contundentes contra los agentes, y dos personas fueron detenidas por desórdenes públicos.
Por ello, ha pedido a los nuevos gestores del Departamento de Seguridad que dejen atrás los complejos y manías de los gestores anteriores, y hagan avanzar a la Ertzaintza hacia un servicio preparado y profesional, más allá de improvisaciones y de encomendarse a la suerte.
Los propios agentes evitaron una desgracia ayer ante el desastre organizativo en orden público. Tras los diferentes altercados de orden público sucedidos en las últimas fechas, los acontecimientos vienen a darnos la razón. El Departamento hace tiempo que perdió el tren en la profesionalización y modernización de sus unidades, dejando todo en manos de la improvisación, ha manifestado ErNE.
"No se realiza una buena planificación teniendo concentraciones convocadas, se prescinde de la Brigada Móvil hasta que los pocos recursos de Protección Ciudadana (que acuden a la parte vieja de Donostia a socorrer a recursos de paisano en apuros) se ven desbordados por 300 o 400 personas", ha asegurado.
También ha lamentado la "carencia de formación de Brigada Móvil (adiestramiento inespecífico, entrenamientos insuficientes...) y la falta de esta formación para los recursos de Protección Ciudadana, que es la que se enfrenta siempre en primera instancia".
El material de dotación es "viejo y obsoleto, haciendo especialmente hincapié en furgonetas de 25 años de vida, en las que las puertas se caen, entra el agua de la lluvia y sus prestaciones para acudir a actuaciones en emergencia son pésimas".
Ahora estamos viviendo en una realidad que está cambiando, impulsada por el contexto en el que nos movemos, que hace que estas reivindicaciones tengan más sentido que nunca. Ayer pudimos sufrir una desgracia con nuestros compañeros de paisano en Donostia, y no olvidemos que vienen unas navidades en las que pensamos que pueden ocurrir hechos semejantes.