Los sindicatos ErNE y Esan de la Policía Municipal de Bilbao reclaman que se dote a los agentes de taser, una «herramienta efectiva y no letal, idónea en actuaciones de personas no colaboradoras, muy agresivas y con graves perturbaciones de la realidad». Ante «los momentos de mayor ínseguridad de los últimos años», con un homicidio, otro en grado de tentativa y numerosas peleas en las calles de Bilbao, a estas dos centrales, la dotación de esta pistola eléctrica, ya no sólo les parece « recomendable, sino necesaria».
Recuerdan que han venido denunciando públicamente desde hace años el «caos» y el «desorden» en la Policía local, lo que ha sido respondido por parte de sus responsables con «el despotismo más absoluto». «Nunca se nos ha escuchado», lamentan.
«Palabras vacías»
Preocupados por esta «deriva» violenta, ErNE y Esan instan al alcalde, Juan Mari Aburto, y a los responsables de la guardia urbana a que «actúen con urgencia» y amplíen los recursos humanos y materiales de los policías, así como que diseñen una «planificación seria» para recuperar el control de la protección ciudadana.
Tanto Aburto como el lehendakari Imanol Pradales han convertido a la seguridad en su principal «reto». Según estos sindicatos, «creen que con condenar cada ataque salvaje, es suficiente. Los políticos están para velar por la seguridad de sus ciudadanos, no para realizar declaraciones grandilocuentes y vacías», advierten.