La comisaría de Basauri es un polvorín. Hasta ahora había trascendido un evidente malestar reflejado en un dato: el 60% de los agentes se encuentra de baja médica. Los sindicatos enmarcaban este repentino absentismo laboral en la falta de efectivos y la sobrecarga de trabajo. Pero hay también otro motivo que las centrales han pasado por alto: el expediente informativo abierto contra cinco policías por negarse a llevar a cabo una actuación tras ser requeridos por la Ertzaintza. Las amonestaciones están recurridas.
Esta circunstancia no hizo sino acentuar la delicada situación que se respira entre el colectivo policial y que se ha visto «notablemente agravada durante los últimos tres años. El trabajo policial es cada vez más complejo y exige una formación continua y adecuada, algo que actualmente no se garantiza», afirman fuentes sindicales de Erne. Según la Evaluación de Riesgos Psicosociales realizada en 2022, la Policía arrojó los «peores» resultados de todo el Ayuntamiento. «A día de hoy, no se ha adoptado ninguna medida preventiva para corregir esta situación», reprueban.
El episodio que ha terminado por romper el clima en la comisaría tuvo lugar hace varios meses, aunque los expedientes informativos contra los agentes se han formalizado de una forma más reciente. La Ertzaintza recibió una petición ciudadana para acudir a Basauri a resolver lo que parecía una disputa vecinal en una vivienda. Al considerar que era un asunto local, la Policía vasca pidió que lo liderara el cuerpo municipal, ofreciéndose a efectuar tareas de apoyo. Según la versión que ha conocido EL CORREO, los agentes de Basauri se negaron a llevar a cabo la actuación con el argumento de que en ese momento carecían de un mando al frente del turno.
«Causas externas»
El malestar por estos expedientes ha derivado en un 60% de bajas en las dependencias policiales de Basauri, donde la relación de puestos de trabajo es de 67 trabajadores, con 58 agentes en la calle. El pico más alto del absentismo se dio en plena celebración de las fiestas de San Fausto. Ayer, en una comisión convocada al respecto, el equipo de gobierno indicó que este «porcentaje de bajas no puede atribuirse a la actuación del Ayuntamiento, creemos que la situación responde a factores que exceden a la gestión municipal», apuntaron.
El sindicato policial ha detectado diversas deficiencias, la principal la falta de mando en el día a día, como ocurrió en el turno que motivó la apertura de las amonestaciones. «No se asegura la presencia de un Jefe de Servicio que coordine las actuaciones, a pesar de que la naturaleza del trabajo policial lo hace imprescindible», censuran. Esta ausencia genera, explican, «desorganización, falta de criterios homogéneos y un incremento de la carga de trabajo para los agentes». Por otra parte, demandan el cumplimiento de la Ley de Policía. «Se han presentado propuestas concretas para mejorar la formación, la operatividad y la estructura organizativa, pero aún no han sido atendidas», aseguran.
Otra de las reclamaciones que reivindican es la necesidad de ampliar la plantilla «de manera urgente» por la «realidad actual y el volumen de trabajo». En esta línea, critican también que «no se respetan los mínimos establecidos, lo que repercute directamente en la calidad del servicio y en la sobrecarga de los agentes», que «en el mejor de los casos» llegan a estar tres agentes para todo Basauri. Exigen, asimismo, garantizar el «descanso obligatorio» de los agentes cuando deben asistir a vistas judiciales, un «derecho básico» que, según su relato, se ha visto incumplido y, según su versión, genera situaciones de «fatiga y estrés laboral».