El sindicato policial Erne ha mostrado su «más rotundo rechazo y malestar» ante «la pasividad» demostrada por la Jefatura Territorial de Gipuzkoa y la Jefatura de la Comisaría de Donostia durante «los graves incidentes» ocurridos el pasado viernes en el barrio donostiarra de Intxaurrondo. «Volvemos a las andadas», denuncian.
Los altercados se produjeron a las 17.00 horas por la presencia de simpatizantes de Vox en la plaza Sagastieder y un grupo de personas que protestaba por su presencia tras instalar miembros de este partido de extrema derecha una carpa informativa. Tras los enfrentamientos, y tal y como confirmó el mismo viernes el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, seis ertzainas resultaron contusionadas por los objetos contundentes y bengalas que las personas concentradas contra el partido de Santiago Abascal les lanzaron. Ninguno de los agentes de la policía autonómica vasca tuvo que ser trasladado al hospital.
Erne ha manifestado en un comunicado que, según información contrastada con agentes presentes en el operativo, «en todo momento se intentó evitar la intervención policial, a pesar de estar ante actos vandálicos que alteraron gravemente la convivencia y generaron una notable alarma social».
«Este tipo de decisiones -o la falta de ellas- dejan expuestos a los ciudadanos y humillan a la Ertzaintza, generando una imagen lamentable de un cuerpo que ha demostrado sobradamente su profesionalidad y su compromiso con la sociedad vasca. Y no es la primera vez», han afirmado.
Para el sindicato mayoritario de la Ertzaintza, «no es aceptable» que, una vez más, «los que deben liderar, proteger y respaldar nuestra labor opten por la inacción o el cálculo político, mientras la calle arde y los ciudadanos nos miran con decepción e incomprensión».
Ante esta situación, Erne ha exigido explicaciones «inmediatas» por lo sucedido y «responsabilidades claras» por parte de quienes, «teniendo la capacidad y el deber de actuar, decidieron mirar hacia otro lado». «Defender a la Ertzaintza no es esconderla. Y proteger a la ciudadanía no es dejarla a a su suerte. No vamos a tolerar más decisiones que debiliten nuestro trabajo ni más silencios que pongan en riesgo ni a la ciudadanía ni a nuestros agentes», ha asegurado.