El sindicato ErNE, el de mayor implantación en la Ertzaintza, ha pedido la implantación y autorización del uso de pistolas de gas pimienta debido a que en los últimos meses se ha registrado un aumento de incidentes protagonizados por personas que portaban armas blancas, “generando situaciones de grave riesgo tanto para la ciudadanía como para los agentes intervinientes”. En un comunicado, ErNE ha señalado que este tipo de intervenciones exige contar con “herramientas operativas eficaces” que permitan “neutralizar conductas violentas con la mayor seguridad posible, minimizando el riesgo de lesiones graves o fatales”. 

Así, ha recordado que viene solicitando, desde hace años, la implantación del dispositivo eléctrico de control (Taser), “herramienta no letal con demostrado éxito en situaciones de alta peligrosidad” y ha lamentado que esta solicitud “sigue sin ser atendida” por la Ertzaintza pero sí “en diferentes municipios”. Ante “la ausencia de recursos intermedios no letales y la urgente necesidad de reforzar la capacidad de respuesta policial”, el sindicato propone ahora la autorización y dotación de pistolas de gas pimienta (aerosol incapacitante) para su uso reglado por los agentes de la Ertzaintza. 

En esa línea, ha apuntado que esta medida ya ha sido adoptada por otras policías locales, como es el caso de la Policía local de Irún, y “ha demostrado su eficacia como medio proporcional y no lesivo”. “El gas pimienta se configura como una herramienta de aplicación inmediata y ajustada a los principios de proporcionalidad y necesidad”, ha insistido.

ErNE ha explicado que, en situaciones con presencia de armas blancas y amenazas directas, “puede ofrecer una alternativa eficaz, sin provocar daños permanentes, y está amparado por el Decreto 24/2024, sobre utilización de armas por los Cuerpos de Policía Local del País Vasco”.

Por ello, pide que “se estudie, apruebe y tramite” la dotación de pistolas de gas pimienta para los agentes de la Ertzaintza, así como la correspondiente autorización oficial para su porte y uso reglamentario, y que esta medida sea considerada como “una solución inmediata, mientras se continúa evaluando la implantación de otros recursos no letales previamente solicitados, como el dispositivo Taser”.